Hoy fue una excepción a mi sonrisa. Hay pequeñas –grandes- cosas que rajan mi corazón, éste corazón que late por vos. Y lo van haciendo pedazitos, de a poquito, sin que yo me quiera dar cuenta. Pero cuando algo que sabía que tarde o temprano iba a suceder, sucede, la rajadura se hace más profunda, y pincha. Se siente, no lo puedo evitar. Y mi corazón pierde. Ese amor por vos emerge, estaba contenido, pero emerge a la superficie para liberar el dolor con la furia de mil filos. Sin decir nada y en silencio sucede, y yo me la banco, porque el dolor físico no es nada comparado con el emocional. Me la banco porque te amo y siempre supe que estaba expuesta a muchas cosas, inclusive lo peor. Y sin embargo decidí seguir adelante con esto. Decidí seguir adelante con esta experiencia total que es amarte y esperarte, por los siglos de los siglos, con una marca tras otra en mi ser, pero siempre lista para tu rescate. Nunca mas débil, siempre más fuerte, tal vez hasta más insensible. Siempre preparada para lo peor, pero a la vez esperando lo mejor. En silencio, pero haciéndolo. Con un Seize the day en el brazo, pero sabiendo que es por vos. Y con un bendito punto rojo tatuado, que nadie entiende sólo vos y yo. Y esas 4 palabras que son más difíciles de robártelas que –casi- tu propio corazón. Porque las sé y me gané tu confianza real, y eso ya es mucho.
Acá estoy comprendiendo que luego de tantos meses y encuentros, finalmente has decidido entregar tu cuerpo. Estuviste con otra persona que no era yo, luego de 5 meses y 2 días de solamente estar conmigo. Poquito tiempo? Na. Duró una eternidad. Te lo puedo asegurar. Y es increíble como el corazón puede alcanzar su máximo sentimiento y ser destrozado en tan poco tiempo. Como el cuerpo se puede elevar por las alturas y querer caer desde un séptimo piso, en tan poco tiempo. Sí. Nunca imaginé que mi vida iba a cambiar luego del 5 de abril del 2012. Sí. Muchas cosas pasaron en 5 meses y 2 días, muchas cosas hasta que te desligaste de esta historia, vendiendo tu alma al diablo. Vendiendo tu cuerpo, por un poco de amor, no mucho más puro del que te entrego yo.
