viernes, septiembre 28

Irónicamente.

Y dejo pasar los días con la esperanza de que también pase este amor.

Pero cuando mi delineador se corre y los ojos arden, ya no puedo mentirle a mi corazón.

Días y días que no sé de vos. Comienzo a extrañarte y eso ha de molestarme,

escucho una canción y se me pone la piel de gallina cuando canta lo que me pasa.

Irónicamente recuerdo esa noche, la última de las noches cuando estabamos bien

y me abrazaste y pronunciaste esas palabras mágicas, tan mágicas que

dificilmente hicieron sentido en mi cabeza

pero las comprendí.

Irónicamente era una noche, y estabamos en la cama

la oscuridad nos abrazaba, estabamos con las luces apagadas.

Tu corazón estaba en llamas

y me dijiste “Te quiero”

“No sé si mucho, pero bastante”

y lo sé, sé que fue un “te quiero” sincero.

De esos que son tan sinceros que te dan ganas de cuidarme,

de no lastimarme y por lo tanto protegerme de vos mismo;

por eso es que esa noche fue la última noche

que bien estuvimos.

Porque me querías bastante, y por no querer perderme

me quisiste como amigo.

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