Escapar y vender un pedacito de mi alma sólo por verte una vez más. Obtener esa droga casi ilegal que me dispara la adrenalina y me hace aumentar el pulso, poniendo mi mente en blanco. Lo único que percibo es tu figura y abrazándote detrás, amándote con mis brazos, que me mires preguntando “qué hacés?” y sólo atiné a decir “acá ando, bien”. Queriendo decirte todo y a la vez quedarme sin palabras. Haberme escapado enferma sólo para que me cure tu aroma y sentir por un maldito minuto que todo esto no es un puto sueño; bajar al infierno un poco para quemar tu mirada en lo más profundo de mi ser otra vez y así padecer, así resistir tal vez otros 2 meses y 26 días sin verte y sin tocarte. Porque sí, hoy fue la primera vez en 5 meses y 29 días que intercambiamos miradas y no nos besamos, y no fundimos nuestras almas en un orgasmo inmensamente eterno. Porque hoy parecia que hasta te costaba mirarme, porque yo no podía hacer otra cosa más que observarte.
Fue mi chance y la tomé y comprendo por primera vez que habías tocado otro cuerpo y lloré mientras nadie me veía; volviendo en el colectivo, escapando de esta noche fría.
Sonando en mi cabeza el “remember to always think twice”, pero es que no se puede contra la verdad. Te amo Emanuel, sos la única persona que llevo realmente en la piel, lo hice 2 veces y lo haría otra vez. Y por eso siempre te amaré. Mañana serán 6 meses desde la primera vez, medio año pero acá estoy amandote y en los rincones más oscuros llorandote. Ya no me importa si se me corre el delineador o se me debilita la voz; si estropea mi figura o las palabras que digo y escribo pierden sentido, si pudieras comprender que solo quiero que me miren tus ojos.
Un día me preguntaste por qué escribo, ahora no recuerdo la respuesta que te dí pero se que es lo que me salvó y mantiene a mi corazón vivo. Hoy no quiero volver a casa, realmente en este momento me estoy sintiendo mal. Tengo ese ataque de desaparecer de la tierra y que no me encuentren más. Gritaré y escribiré y ahí sabrás donde estoy, sólo vos. Realmente no me importaría irme y exponerme al dolor corporal, el dolor que siento en el alma no se puede comparar. Sólo serviría para matarme un poco más. Desconectarme de esta realidad, lanzarme al fin y olvidar que existe la gravedad. 
I don’t really wanna think twice.
Escribo mientras estoy en el colectivo y el viaje es inevitable. Tengo que secarme las lágrimas que nunca más pensé que iba a derramar, tengo que arreglar mi alma que se ha vuelto a desarmar. Pasan los minutos y es inevitable parar el dolor, es como una hemorragia del corazón. Y la sangre se extendió por mi interior.
Prenden las luces y tengo que reaccionar antes de explotar, de vuelta a la vida y a esta cruda realidad. Me toca bajar, allí voy a enfrentar mis demonios en vida, a callar una vez más.-
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