jueves, julio 5

Y es que hacia rato que no me quedaba en silencio y sentía mi corazón querer salir del pecho. Cierro mis ojos y lágrimas caen, estás ahí y me hablaste pero el dolor no me deja verlo. No puedo abrir la ventana, no puedo soportarlo. Lágrimas amargas que me recorren y ese te extraño en la punta de mis labios.


Hay veces que no quiero abrir los ojos porque lo único que logro ver son todas mis miserias reflejadas en los objetos contundentes que cruzo con la mirada. Los observo como si fueran la única salida a mi dolor, contemplo la idea pero se que no es la mejor opción.


Y luego me siento a escribir no sabiendo que decir. Largando palabras porque si. Queriendo escapar de esta realidad que es tan irreal.


Cuando me empieza a faltar el aire me empiezo a desesperar. Y a maquinar. Me quiero matar. Me quiero grabar tu nombre cada vez más.


No entiendo por qué nadie puede entender como te amo. Cuanto te amo. Creo que nisiquiera vos. 


Pero nunca amé tanto a nadie como para dejarlo en libertad de esta manera, donde sólo me importa tu bienestar aunque yo me despedaze la noche entera.


Miro el calendario y me hundo aún más, los días pasan, ya ni los quiero contar… Sólo sé que son muchos y van a ser aún más. Vos estás con ella y yo sola acá. Amandote desquiciadamente, amandote pero tengo que ser fuerte. Porque nadie lo va a ser por mí. Y si te voy a amar hasta la muerte, tendré que resistir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario